Qué creen los católicos sobre la Eucaristía

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hands holding the Eucharist at an altar

La creencia Católica en la Presencia Real significa que Jesucristo está presente en la Eucaristía en su Cuerpo y Sangre, humanidad y divinidad, bajo las formas de pan y vino. (Pixabay)


NUESTRA PARTICIPACIÓN en la Cena de la Eucaristía nos transforma en el Cuerpo de Cristo para el mundo ahora mismo. ¡Qué gran afirmación!

Nunca se destacará lo suficiente la centralidad de la Eucaristía en la vida Católica. Es la "fuente y cumbre" de la vida Cristiana. (Lumen Gentium, no.11). Esto significa que nuestra vida de discípulos comienza en la Mesa del Señor y siempre vuelve aquí.

Eucaristía significa "acción de gracias". Eucaristía se refiere al ritual de la Misa en su conjunto, o puede ser una abreviatura del Cuerpo y la Sangre de Cristo que compartimos en la Comunión. La Eucaristía nos recuerda que lo que nos une es la gratitud. ¿Por qué estamos agradecidos? Por muchas cosas personales y comunitarias, pero en la Misa nos centramos especialmente en el misterio de Cristo que ha muerto, ha resucitado y volverá con gloria. Esta realidad pasada, presente y futura de Cristo nos incluye en su magnífico desarrollo. No somos espectadores de un milagro, sino partícipes de una fiesta interminable.

Como muchos de nuestros hermanos y hermanas Protestantes, los Católicos celebramos la Eucaristía como un memorial de la Última Cena que Jesús compartió con sus amigos. Sin embargo, también creemos que este sacramento renueva el sacrificio que Jesús hace de su vida expresado en sus palabras: "Tomen todos de él y coman, porque esto es mi Cuerpo... Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre..." Lo que era, ahora es.

Cuando la Primitiva Iglesia se reunía para lo que llamaban la "partición del pan" o la "Cena del Señor", hacían algo más que comer y beber. También escuchaban las enseñanzas de los líderes locales, rezaban, se apoyaban mutuamente, compartían recursos económicos con los necesitados y recibían las enseñanzas de los apóstoles—ya fuese en persona, a través de un testigo o por medio de una carta que se transmitía entre las comunidades. Quienes se reunían también ejercían diversos ministerios, según los inspiraba el Espíritu. Conservamos estos elementos de la Eucaristía en las oraciones, las lecturas de las Escrituras, la homilía y la colecta, como también en las oportunidades para la formación en la fe y el servicio que cada comunidad parroquial ofrece de diversas maneras.

Más recientemente, los pensadores de la Iglesia también dirigen nuestra atención a la "memoria peligrosa" contenida en nuestra Eucaristía. La Pasión de Cristo señala la realidad del sufrimiento injusto, la necesidad de su reparación y la esperanza de trascendencia de un mundo marcado por el pecado y la muerte. Nuestra Eucaristía nos recuerda que el llamado a la justicia suena cada vez que "proclamamos la muerte del Señor, hasta que venga.”

Sister Ana Dura, C.S.R. receives the Body of Christ.
La hermana Ana Dura, C.S.R. recibe el Cuerpo de Cristo. (Cortesía: Conferencia Nacional de Vocaciones Religiosas (NRVC).

Real significa real

Una cuestión que algunos se preguntan es qué quieren decir los Católicos cuando hablan de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. La respuesta más clara es la oficial: Jesucristo está presente en la Eucaristía en su Cuerpo y Sangre, humanidad y divinidad, bajo las formas de pan y vino. La Iglesia enseña que esta presencia no es una metáfora, es una realidad. Real.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA EUCARISTÍA

Escrituras
  • Mateo 26:26-29; Marcos 14:22-25; Lucas 22:14-20; Juan 6:22-59; 1 Corintios 11:23-26
  • Hechos de los Apóstoles 2:42; 4:32-35
Online
  • Carta Encíclica Mysterium Fidei de Su Santidad Pablo VI sobre la doctrina y culto de la sagrada Eucaristía

Pero ¿cómo llegamos a esta idea? Jesús mismo promete estar con nosotros "siempre, hasta el fin de los tiempos." Promete estar presente cuando dos o más se reúnen en su nombre, en el perdón de los pecados y en el mundo que sufre: "Todo lo que hicieron por uno de estos pequeños. . . lo hicieron por mí." (Mateo 25:40). Jesús promete estar realmente presente de muchas formas a lo largo del Evangelio. Sin embargo, es más explícito sobre su presencia con nosotros de una manera profunda: "Tomen, éste es mi cuerpo." (Marcos 14:22). "Yo soy el pan de vida. . . Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna." (Juan 6:35, 54).

Durante casi un milenio, los Cristianos no discutieron esta interpretación. La controversia comenzó en el siglo IX, cuando se sugirió que el pan y el vino no cambiaban físicamente, sino que sólo eran signos de la presencia de Cristo entre nosotros. En respuesta, la Iglesia formuló la idea de la transubstanciación, según la cual los elementos del pan y el vino se convierten realmente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo —como nosotros— cuando participamos en este sacramento.

Esta enseñanza es la base de prácticas como la adoración del Santísimo Sacramento, la oración ante la Eucaristía y las procesiones que presentan la Presencia Real llevada en una custodia. No todos aceptaron esta enseñanza, que influyó en la reacción del movimiento de la Reforma y en el desarrollo de otras ideas sobre la Eucaristía entre los protestantes, acentuando en gran medida su simbolismo.

Regreso a nuestras raíces

En 1965, el Papa Pablo VI reiteró que Cristo está presente en la oración, las obras de misericordia, la prédica, la enseñanza, los sacramentos y, de modo único, en la Eucaristía, "una forma que supera a todas las demás" (Mysterium Fidei, n. 38). En 2022, los obispos de los Estados Unidos organizaron el Renacimiento Eucarístico Nacional, que incluirá un Congreso Eucarístico nacional en Indianápolis en julio de 2024. La culminación será un año de "salir en misión" alimentados por el Cuerpo de Cristo. En eucharisticrevival.org los obispos explican por qué los Católicos vuelven una y otra vez a este sacramento central:

Escándalo, división, enfermedad, duda. La Iglesia ha resistido cada uno de ellos a lo largo de nuestra propia historia humana. Pero hoy nos enfrentamos a todos ellos, todos a la vez. Nuestra respuesta en este momento es crucial.

En medio de estas olas rugientes, Jesús está presente, recordándonos que Él es más poderoso que la tormenta. Él desea sanar, renovar y unificar a la Iglesia y al mundo.

¿Cómo lo hará? Reuniéndonos de nuevo en torno a la fuente y cumbre de nuestra fe en la celebración de la Eucaristía. 

Partes de este artículo fueron publicadas originalmente en “Preguntas de los católicos,” una sección de VocationNetwork.org.

ARTÍCULO RELACIONADO: VocationNetwork.org, “Diez grandes cosas de ser católico.”

Alice Camille
Alice Camille es escritora, educadora religiosa y líder de retiros. Escribe la columna en línea "Preguntas de los católicos" de VISION y la columna "Discernment matters" en el boletín E-Vocation.

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